DE LOS «SONETOS ACORAZADOS»

TRADUCCIÓN DE FRIEDRICH RÜCKERT

—Herrero, ¿Qué fabricas con fuerte y ruda mano?
—Una cadena. —Al cuello siempre habrá de ir contigo.
—Tú, labrador, ¿Qué siembras? —Para el pan, siembro trigo.
—Para ti, roja bala,  y el pan, para el tirano.

—¿Cazador? —Cazo ciervos en un bosque lejano.
—Te cazarán soldados de ejército enemigo.
—¿Pescador? —Al remanso mi red tendiendo sigo.
—Su red a ti la Muerte no ha de tender en vano.

—Tú, madre, ¿a quién arrullas? —Arrullo a un inocente.
—Su espada al extranjero, que a la patria esclaviza,
ofrecerá, mal hijo, y ayudará a vejarla.

—¡Poeta! Y tú, ¿Qué haces? —Marco con hierro ardiente
a la cobarde raza que, al ver cómo agoniza
la libertad, no tiene valor para vengarla.

Ismael Enrique Arciniegas