De mis cabras guardar volvía al cortijoSaltando entre peñas y matojos,Cuando a mi moza ví, me llamó y dijoQue del amo de la hacienda vino el hijo,Y ella quería lucir claveles rojos. Al monte volví como a la guerra:Con ceguedad, con valentía y arrojo,Porque al pasar con mis cabras y mi perroHabía visto en lo […]
Cuando de Macaregua ya Galiano volvía,Sin caballos y sólo con treinta arcabuceros,Chanchón salió a encontrarlo con todos sus guerreros.El campo, con la lluvia, pantano parecía. Agua en las cazoletas de las armas caía;Y cuando desnudaban, en fila, los acerosResueltos al combate, de pronto los flecherosDel Cacique cercaron la hispana infantería. Chanchón avanza. Lleva peto de
(DE LA CONDESA DE NOAILLES) Canto para que sepan, cuando en la sepultura Duerma, que a todo goce mi pecho dió cabida, Y para que mi libro diga a la edad futura Que amó con amor grande mi corazón la vida. A las gratas labores del campo nunca extraña, Encanto de mis ojos fué la
(DE CHARLES BRUN) He aqui lo que es la gloria. Junto al mar tempestuoso, Un soñador poeta vagaba silencioso, Viendo cómo irradiaban los últimos fulgores Del sol sobre las olas, y oyó a dos pescadores, Por la edad encorvados y de frente marchita, Que una canción cantaban por él un tiempo escrita. Ismael Enrique Arciniegas
(DE JEAN RAYTER) Tú, sueño de mis sueños, que me habrías amado Si en mi terrena sombra te hubiera conocido; Que vives, tal vez lejos, o junto a mí has pasado; Tú, la esperada siempre, pero que no has venido; Tú, que buscas en vano dos ojos soñadores Que copien tus pupilas veladas por el
(DE G. BOUTELLAU) Ser poeta es siempre amar El ideal de las cosas, El sol, el amor, las rosas, Cuanto hace al hombre soñar. Ser poeta es comprender Del corazón el arcano, Tender al pobre la mano, Y el dolor compadecer. Y ser poeta es sufrir Por una ilusión querida ; Es dar mil veces
(DE MRS HELEN HUNTINGTON) Para ser feliz, muy poco Le basta siempre al poeta: Una palabra de amor, Unas. pupilas serenas, Un fresco botón de rosa, Un día de primavera, Un rayo de sol, un ave Que cante entre la arboleda, Un dulce ensueño en su sueño Y en sus sombras una estrella. Mas sí
(DE MRS HELEN HUNTINGTON) «¿Vendrá ? ¿Vendrá ?… Tal vez muy pronto vuelva» Decían, despertándose, las flores, Cuando empezaban a dorar la selva De la aurora los trémulos fulgores. «¿ Volverá ?»… De repente el sol radiante Alumbró el campo y las marinas olas; Y las flores, al beso palpitante Del vivo sol, abrieron las
(DE MRS HELEN HUNTINGTON) Distraído, perplejo, cuando ve que las puertas Ciérranle en su sendero, Y azorado en la vida, por campiñas desiertas Y entre el humano tráfago, vaga como extranjero. En su ideal atónito, del tiempo no se cuida Ni de burla cobarde, Pero sueña con rosas fragantes en su vida, Y siempre ve
(DE ARCHAG TCHOBANIAN) Me dijo en sueños una voz: ¿Al mundo Maravilloso de las almas, quieres Que te conduzca, do el dolor no existe, En donde espinas el rosal no tiene Y es la vida una fiesta esplendorosa ? ¿ Quieres ir a ese mundo en donde siempre Se ve brillar el sol y a
