MEDITACIÓN [3]

Aunque los dos nos amamos,

Y aunque también padecemos

En  la vida que llevamos,

Muy poco nos parecemos.

Siempre un disgusto es bastante,

Aunque pequeño en sí mismo,

Para que surja al instante

Entre los dos un abismo.

En nuestro mutuo ardimiento

Creemos, y en sus delicias,

Mas desde el mismo momento

En que cesan las caricias,

Sólo a medias, no te asombre,

Nos podemos entender.

¿Amigos, si fueras hombre,

Llegaríamos a ser?

Ismael Enrique Arciniegas